Los estados continúan explorando las criptomonedas nacionales con resultados mixtos

A medida que crece la adopción de criptomonedas y el desarrollo de blockchain, los estados de todo el mundo continúan explorando la idea de emitir "criptomonedas nacionales". Este concepto es muy debatido, y varias naciones adoptan diferentes enfoques sobre el tema. Los resultados son un mosaico emergente de diversas políticas y proyectos, que sirve para demostrar el tremendo desafío que los bancos centrales tienen en su intento de abordar el movimiento de criptografía emergente mientras mantienen el control sobre sus monedas nacionales.

La semana pasada, el banco central de Israel emitió una informe recomendar en contra de la emisión de una moneda digital nacional, lo que hace que el país sea el último en opinar sobre el tema El informe cita varias razones, en particular el hecho de que el Banco de Israel no considera que las criptomonedas representen una amenaza actual para el sistema financiero establecido. La falta de especificaciones uniformes para las monedas digitales también se da como una razón para evitar la acción. La posición de Israel está lejos de ser única, ya que muchos otros países, como Corea del Sur y Finlandia, han anunciado que no ingresarán al espacio de la criptomoneda.

Un número de estados se están moviendo en la otra dirección. Se espera que Suecia lance un blockchain basado en e-corona en un futuro próximo, e Irán ya ha anunciado el lanzamiento de una versión virtual del Rial. También se sabe que Estonia y España están mirando las monedas digitales. Venezuela ya ha emitido el Petro, que el gobierno de Maduro sigue promoviendo a pesar de su desconfianza casi universal en todo el mundo.

Estos movimientos opuestos reflejan el conflicto que los bancos centrales están teniendo para abordar la revolución de los criptogramas. Los líderes mundiales ahora reconocen que los activos de blockchain son una parte permanente del panorama financiero, y sin duda han llegado a comprender que las criptomonedas son difíciles, si no imposibles, de regular. Por lo tanto, no es sorprendente que se puedan ver muchos enfoques diferentes de las monedas digitales desde estas instituciones bancarias.

Comprender este hecho es clave al examinar las características de las criptomonedas actuales o previstas, respaldadas por el estado. Todos ellos carecen de las características clave de los activos de blockchain sin permiso, como Bitcoin o Ethereum. En particular, no son de código abierto, son administrados directamente por los bancos centrales (y, por lo tanto, centralizados ellos mismos), y están destinados a ser utilizados principalmente por ciudadanos o instituciones estatales. Por lo tanto, no son verdaderas criptomonedas. Tal vez sea apropiado que actualmente se mencionen como "Stablecoins" Su objetivo es simplemente ser una versión digital de fiat.

Es demasiado pronto para saber el resultado final de la revolución de la criptomoneda, pero quizás el movimiento hacia las estafas basadas en fiat pueda verse como el próximo paso esperado en la forma en que los estados tratarán de abordarlo. En lugar de abarcar los activos de la cadena de bloques descentralizada, los bancos centrales crearán pseudo criptomonedas como un medio para socavarlos. En este contexto, es una locura asumir que estas monedas administradas centralmente tendrán éxito a largo plazo. De hecho, dada la arquitectura descentralizada de las cadenas de bloques sin permiso, las verdaderas criptomonedas no pueden ser administradas por ningún banco central, o estar confinadas a las fronteras de una sola nación. La criptomoneda real es sin fronteras y supranacional.

La mayoría de los defensores criptográficos sostienen que, en algún momento, los gobiernos y los bancos centrales se verán obligados a reconocer la legitimidad de las criptomonedas descentralizadas. El camino hacia esta realidad aún no se conoce, pero a medida que la cadena de bloques se mueve hacia el uso general, hay pocos resultados posibles. Si los criptos respaldados por el estado tienen éxito, es casi seguro que simplemente complementarán los criptos verdaderos en lugar de reemplazarlos.

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